Colegio Oficial Farmacéuticos Asturias

Más de 2.200 personas mueren anualmente en Asturias por causas relacionadas con el consumo de tabaco. Esta cifra inició en 2010 un lento pero continuo descenso que se sitúa en un 6%, pero el hábito sigue siendo uno de los problemas graves de salud pública a nivel mundial. Tres de cada diez asturianos se declaran fumadores, el 30,4% de la población.

En 2010 fallecieron en el Principado 2.412 personas como consecuencia de enfermedades atribuibles al tabaco. En 2014, último año para el que se dispone de una estadística completa, la cifra se situó en 2.268. De ellas, 1.616 eran varones y 652 mujeres. En concreto, el tabaco estuvo relacionado con 956 fallecimientos por cáncer, fundamentalmente de pulmón, 862 por enfermedad cardiovascular y 450 por dolencias respiratorias.

El director general de Salud Pública, Antonio Molejón, ha ofrecido este lunes estos datos en una rueda de prensa en la que también han participado Carmen González Carreño, de la Red Asturiana de Centros Libres de Tabaco y responsable de tabaquismo del área sanitaria III (Avilés), José Manuel Iglesias, vocal de la Sociedad Asturiana de Medicina de Familia y Comunitaria, y Belén González Villamil, presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos del Principado de Asturias.

En el encuentro se ha presentado, además, el programa de actos previsto para el Día Mundial sin Tabaco, que se celebra mañana.

Molejón ha subrayado que de todos los factores de exposición relacionados con el estilo de vida, el consumo y la exposición al humo de tabaco es el que guarda una relación más importante con la enfermedad y la mortalidad.

Asimismo, ha destacado el descenso de la mortalidad que se ha producido en los últimos años, un hecho que ha vinculado con la nueva legislación, más restrictiva con el consumo en lugares públicos.

Sanidad recuerda que las personas fumadoras tienen más riesgo de sufrir cáncer de pulmón, problemas respiratorios y enfermedades del corazón, consecuencias que se repiten en el caso de las personas no fumadoras que conviven con un fumador y que no se reducen al fumar cigarrillos light, puros o pipa o cigarrillos electrónicos.