Colegio Oficial Farmacéuticos Asturias

Mireya Suárez, farmacéutica asturiana, lleva 25 años ejerciendo esta profesión.

Desde que en 1947 se inaugurara la antigua botica de la familia Suárez, son ya varias las generaciones que prestan sus servicios a la población del centro de Avilés. Mireya la heredó de su madre. En los 25 años que lleva como farmacéutica destaca la dedicación profesional en busca de la mejora de la salud del paciente.

En este sentido resulta fundamental la formación. La actualización de los conocimientos acerca de las novedades del sector farmacéutico, la utilización de programas que impulsen la gestión de la farmacia, el aprendizaje de las nuevas tecnologías informáticas, son algunas de las claves que apunta Mireya para el desarrollo profesional del farmacéutico actual. De ahí que los cambios en la farmacia se sucedan rápidamente. "Desde el COF hemos realizado una apuesta por el aprendizaje de nuevas competencias que promuevan una mayor especialización".

Sostiene que la aplicación de proyectos formativos permitirá ampliar la cartera de servicios farmacéuticos hacia campos como la homeopatía, la fitoterapia o la alimentación. Precisamente éste será uno de los aspectos fundamentales para el futuro de la farmacia: "la especialización farmacéutica en otras áreas repercutirá no sólo de forma beneficiosa en el paciente sino que además constituirá una oportunidad para el sostenimiento de la farmacia". Prueba de ello es la incorporación de sistemas personalizados de dosificación, programas relacionados con la deshabituación tabáquica, campañas destinadas al cribado de diabetes, etc.

A pesar de estas transformaciones, Mireya advierte de la necesidad de no perder la esencia del ser del farmacéutico. "Es importante que sigamos siendo profesionales del medicamento. Esto es precisamente lo que nos diferencia de otros agentes sanitarios como el médico que se encarga de diagnosticar".

También se ha transformado el perfil del usuario. "Atendemos a una población cada vez más envejecida. Los ciudadanos acuden a la farmacia con el objetivo de encontrar soluciones a sus necesidades diarias. En este sentido el consejo especializado y el seguimiento farmacéutico es el valor añadido de nuestra profesión".

En cuanto a los efectos de la crisis destaca el copago y la continua bajada de los precios del medicamento. A pesar de la incidencia de estas medidas en la población, asegura que la mayoría de los pacientes continúan adquiriendo su medicación. En la mayoría de los casos la aportación es mínima y permite al cliente seguir con el tratamiento. Por último, Mireya señala alguna de las soluciones para los próximos años: "el gasto sanitario deberá orientarse hacia otras áreas como la hospitalaria; sólo así será posible mantener la calidad del servicio".